La filantropía es una práctica muy extendida en Estados Unidos y los empresarios del país están habituados a entregar, vía donaciones, acciones o dividendos recibidos de las empresas que ellos mismos fundaron por considerar que deben devolver a la sociedad gran parte de la riqueza que han obtenido. Sólo el año pasado, las cincuenta mayores donaciones realizadas por empresarios americanos sumaron 5.600 millones de dólares, según datos de The Chronicle of Philantropy. Educación, desarrollo, ciencia (con inversiones para investigar sobre enfermedades) y cultura son los principales destinos de las donaciones filantrópicas.
El fundador de Microsoft, Bill Gates, y su esposa Melinda son un referente filantrópico, arrastrando a otros multimillonarios. Fueron pioneros en decidir traspasar la práctica totalidad de la fortuna a distintas organizaciones sociales, en lugar de a sus herederos (aunque ceden a cada uno de sus tres hijos 10 millones de dólares al año). "No les hacemos ningún favor dándoles una gran riqueza. Eso distorsiona cualquier cosa que podrían hacer al crear su propio camino", dijo Gates en una entrevista el año pasado.
Menos participación
El hombre más rico del mundo, con una fortuna que ronda los 90.000 millones, y su esposa donaron esta semana 64 millones de acciones de la compañía, valoradas en unos 4.600 millones de dólares, reduciendo así un 5% su participación en el grupo hasta el 1,3%. Con esta aportación, el matrimonio Gates ha donado 35.000 millones de dólares en acciones o en efectivo principalmente a la Fundación Bill & Melinda Gates, que colabora con otras ONG para ayudar a erradicar enfermedades (malaria, tuberculosis y VIH, entre otras), la pobreza, el hambre y las desigualdades en el mundo.
En 2010, además, creaban el programa Giving Pledge (La promesa de dar) con su amigo Warren Buffett, una iniciativa a la que se han sumado cerca de 200 millonarios donando su fortuna. El llamado Oráculo de Omaha (por su acierto a la hora de invertir) se ha comprometido a entregar la mayor parte de su dinero en vida. Desde 2006 ha cedido más de 27.500 millones de dólares, la última en julio cuando entregó 3.170 millones a cinco fundaciones, entre ellas, la de los Gates.
Mark Zuckerberg, millonario gracias a Facebook, se unió a Giving Pledge en 2010. Cinco años más tarde, con motivo del nacimiento de su primer hijo, Zuckerberg y su esposa Priscilla Chan anunciaron que donarían el 99% de la fortuna.
También se han unido a Giving Pledge Richard Branson (Virgin), Michael Bloomberg (Bloomberg), Azim Premji (Wipro), Reed Hastings (Netflix), Elon Musk (Tesla), Sara Blakely (Spanx) y Paul Allen. El cofundador de Microsoft ha donado más de 2.000 millones de dólares para financiar investigaciones científicas a través del Allen Institute, que estudia, entre otras, las causas genéticas de las enfermedades y trastornos cerebrales.
Otros que han entregado, asimismo, parte de su riqueza a organizaciones y fundaciones son George Soros y los fundadores de Oracle (Larry Ellison), Dell (Michael Dell), Intel (Gordon Moore) o la CNN (Ted Turner).
Sólo el año pasado, Phil y Penny Knight encabezaron la lista de los mayores donantes. El cofundador y presidente de la marca de artículos deportivos Nike y su esposa entregaron 900 millones de dólares a las Universidades de Oregon y de Stanford (para ampliar la facultad de ingeniería). Así, Knight, que creó la marca hace algo más de medio siglo con 1.000 dólares de inversión, igualaba con su aportación a Stanford la que previamente había hecho a Harvard el financiero John Paulson.
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