lunes, 25 de agosto de 2014

DEPORTISTA Y EXFUMADORES ASI SON LOS NUEVOS DIRECTIVOS

EL FOMENTO DE HABITOS SALUDABLES MEJORA EL CLIMA LABORAL 

Las empresas exigen un rendimiento cada vez mayor de sus trabajadores. Les interesa que la plantilla lo tenga todo de su parte para dar el máximo. Por eso, aunque sea por beneficio propio, se esfuerzan en inculcar hábitos de vida saludables entre su fuerza laboral, empezando por los propios directivos. Según un estudio de la Fundación CEDE, el 62% de los ejecutivos practica deporte de forma regular; el 84% cuida su alimentación; el 44% no ha fumado nunca; y el 38% lo ha dejado.
Costumbres todas estas que rompen con la imagen que se suele tener de los directivos como personas que anteponen el trabajo a lo demás. Aunque no todos los indicadores son positivos: el 80% duerme entre cinco y siete horas diarias, menos de las ocho recomendadas, y el 68% de los directivos toma vino en las comidas (algo que puede ser perjudicial si se excede).
“Este interés por el bienestar se debe a un cambio cultural que afecta a toda la sociedad”, apunta Cristian Rovira, vicepresidente del Grupo Sifu y uno de los autores del informe, que se basa en las respuestas de 120 altos ejecutivos de empresas del Ibex 35, incluyendo a muchos de los presidentes de las compañías. César Alierta (Telefónica), Emilio Botín (Grupo Santander), Antonio Brufau (Repsol), José Manuel Entrecanales (Acciona), Isidro Fainé (La Caixa), Francisco González (BBVA) o Pablo Isla (Inditex) son algunos de los primeros ejecutivos que respondieron el cuestionario.
Entre las medidas más adoptadas por las empresas se cuentan el desarrollo de instalaciones deportivas con duchas y vestuarios en las sedes, la organización de charlas sobre hábitos saludables, los chequeos médicos o incluso la subvención de prácticas deportivas.
“Está claro que cuando hacemos deporte y nos cuidamos nos sentimos mejor. Y entonces trabajamos con más ganas y por tanto somos más productivos”, señala Rovira. El estudio concluye, de hecho, que tener directivos sanos y fomentar buenos hábitos entre el personal reduce las bajas en un 36% e incrementa la productividad de la empresa, con un retorno de entre 2,5 y 4,8 euros por cada uno invertido en estas medidas.
El programa Sanitas Smile, por ejemplo, que se empezó a implementar en 2009 en esta aseguradora, ha logrado incrementar en los últimos cinco años un 40% la productividad del equipo (participaron en el proyecto unos 1.300 trabajadores) y ha reducido el absentismo laboral un 91,8%, según datos de la propia compañía. Asimismo, el 20% de los participantes en el programa de deshabituación tabáquica ha dejado de fumar, mientras que el resto ha reducido en casi tres cigarrillos su consumo diario. Todo ello redunda en una mayor motivación del empleado. “El impacto positivo se consigue con el tiempo, informando continuamente sobre novedades, consejos, actividades y contenidos”, indica Rosa Berlanas, directora de estrategia de marca de Sanitas.
Mejorar la salud de los trabajadores no tiene por qué resultar caro. “Tener máquinas de vending con productos ecológicos, por ejemplo, no supone un gran desembolso. Es cuestión de creer en esta filosofía empresarial, de preocuparse por el trabajador e incrementar el bienestar interno”, reflexiona Rovira.
Los beneficios se extienden más allá de la productividad y salud del personal: también afecta a los intangibles de la compañía. Según el estudio de la Fundación CEDE, el fomento de hábitos saludables mejora el clima laboral y contribuye al buen posicionamiento de marca.

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