Por fin hay datos globales, pormenorizados, estadísticamente intachables y, sobre todo, completos sobre la importancia económica de la tauromaquia en España. Los toros tuvieron en 2014 un impacto de más de 3.550 millones de euros en la actividad productiva del país, según el Informe Económico de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (Anoet), al que ha tenido acceso en exclusiva EXPANSIÓN.
Además, el número de asistentes a las plazas de toros subió un 4,97%, hasta llegar a la cifra de 6 millones, según el estudio, elaborado por Mar Gutiérrez, secretaria general técnica de Anoet. Se trata del primer incremento desde 2006, año al que se remonta la estadística oficial.
La tauromaquia ha salido de la recesión, ya que en 2014 no sólo aumentó la venta de entradas, sino también el número de festejos taurinos celebrados en toda España (el estudio abarca incluso las plazas de cuarta categoría). En concreto, hubo 1.919 tardes de toros, un 3,28% más que el año anterior.
Los festejos populares no es que crecieran, sino que se dispararon. El toro pisó las calles nada menos que 16.313 veces en 2014, un 16,8% más que en 2013. Los encierros -como los Sanfermines-, correbous y espectáculos similares rompieron así su récord histórico, superando incluso a los felices años del boom inmobiliario.
El estudio es toda una revelación, ya que calcula no sólo la importancia económica de los espectáculos taurinos que se celebran en las plazas (2.290 millones de euros en 2014), sino también la de los encierros (1.269 millones).
El PIB taurino
Al sumar ambas cifras se obtiene que el Producto Interior Bravo ascendió en 2014 a 3.559 millones. ¿Eso es mucho o poco? Basten dos comparaciones. En primer lugar, es mayor que el gasto anual de ocho de los 15 ministerios del Gobierno. En segundo, con ese PIB taurino se podría pagar la pensión media de jubilación durante todo un año a 249.230 personas.
La autora del informe detalla que el impacto directo de la celebración de corridas, novilladas y festejos de rejoneo o mixtos ascendió en 2014 a 680 millones, en conceptos como venta de entradas, televisión, venta de la carne de las reses y los servicios de bar de las plazas de toros, entre otros.
Gracias al toreo, el turismo obtiene, de forma inmediata, más del doble de facturación que el propio sector taurino: 1.610 millones de euros al año (1.265 de manera indirecta y 345 de forma inducida). Casi tres cuartas partes de ese pastel se las llevan los hoteles y los bares y restaurantes. Y el transporte, alrededor de una quinta parte. "Hay 103 sectores implicados en el mundo taurino. Es un abanico muy amplio de actividades, que van desde el sector primario al terciario", apunta Mar Gutiérrez.
No en vano, en España hay 2.205 municipios con toros. La autonomía con más corridas y novilladas es Castilla-La Mancha, con 422 tardes de toreo, seguida de Castilla y León (418), Andalucía (305), Madrid (304) y Extremadura, con 163.
La región líder indiscutible en el número de festejos celebrados en las calles es la Comunidad Valenciana, que copa casi la mitad de los encierros que se celebran en España. En concreto, 7.866.
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