El pasado 26 de agosto de 2014 había llegado ya excepcionalmente, a la ciudad de Santiago de Cuba, el primer vuelo comercial directo entre Puerto Rico y Cuba en el último medio siglo, a bordo de un avión fleteado por la compañía Cuba Travel Services (CTS). En aquella ocasión, había sólo 20 pasajeros a bordo, la mayoría de ellos empresarios.
Pero la de este jueves es la primera conexión aérea directa y "calendarizada" entre ambas islas en casi seis décadas, confirmó a la prensa Tony Pérez, director de la compañía turística que lleva su nombre. Esta agencia es la responsable del flete y comercialización de estos nuevos vuelos regulares, que se estrenaron con el despegue del primer avión a las 08.00 hora local (12.00 GMT) desde el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín.
De los 150 pasajeros a bordo del avión de la aerolínea suiza Swissair, la mayoría acudía al IX Festival Internacional Danzón Habana, en el que participarán cantantes y agrupaciones procedentes de nueve países, entre los que por primera vez se incluye Estados Unidos. "Esta oportunidad significa abrir un destino nuevo que ha sido vetado toda la vida, desde que Fidel Castro tomó el poder en 1959", dijo el propietario de la empresa que tiene previsto ofrecer los vuelos de dos horas y veinte minutos al menos hasta el 30 de julio.
Aunque este primer vuelo salió lleno, Pérez lamentó que por el momento los próximos no se han vendido muy bien, pues el vuelo a la mayor de las Antillas "no es barato y el puertorriqueño desconoce el destino". El costo del boleto aéreo de ida y vuelta, que incluye la visa de entrada a La Habana (de unos 25 dólares) para quienes no tengan pasaporte cubano, es de US$894.
Tras el 17 de diciembre. Según Pérez, Cuba sólo permite la entrada a personas que trabajen como oficiales del gobierno, periodistas, profesionales a tiempo completo, sean algún pariente cercano de un cubano nacido o residente en la isla o que pertenezca a una organización religiosa. Pero en una pasada entrevista con la agencia española de noticias Efe, el propio secretario de Estado de Puerto Rico, David Bernier, aclaró que, pese al anuncio de cambio de política en el acercamiento a Cuba por parte de EE.UU. el 17 de diciembre pasado, "el turismo clásico entre ambos países aún no está abierto".
Es todavía EE.UU. quien exige que los viajes que se realicen entre ambos países -lo que afecta también a Puerto Rico como Estado Libre Asociado a Estados Unidos- y Cuba responda a alguna de las doce categorías establecidas por el país norteño, que incluyen viajes de intereses culturales, educativos o religiosos, entre otros. "Lo que ha cambiado -explicó- es que antes se requería una licencia que era un poco engorrosa de obtener y ahora se puede hacer directamente", indicó Bernier, al tiempo en que afirmó que la oferta de vuelos directos es de gran interés para las autoridades puertorriqueñas, pues ayuda a estrechar lazos entre ambas islas.
Al menos cinco aerolíneas estadounidenses (American Airlines, United, JetBlue, Southwest y Delta) quieren ofrecer en un futuro próximo vuelos comerciales directos a Cuba.
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