Desde septiembre, cuando inició su primera carrera en Pekín, la Fórmula E ha recorrido ciudades como Putrajaya (Malasia), Punta del Este, Buenos Aires, Miami, Long Beach, Mónaco, Berlín y Moscú. Este fin de semana ondeará la bandera a cuadros de su primer año con dos carreras por el centro de Londres como broche de oro. Hasta Moscú, la competición ha contado con 150 millones de espectadores en todo el mundo, siendo las regiones de Asia Pacífico y Europa las mayores en cuanto a público en televisión, con 52 millones y 47,7 millones de espectadores.
El éxito de la competición radica, según Alejandro Agag, CEO de la Fórmula E, en que se trata de una carrera "que ponemos a la gente a la puerta de su casa, lo que motiva un gran éxito de público", siendo las pruebas norteamericanas las de mayor éxito hasta ahora, aunque sin duda "Londres será la más grande, pues ya hemos vendido las 50.000 entradas", asegura. Organizar una prueba por el centro de una ciudad tiene además de complicaciones logísticas, un coste de unos diez millones de euros por carrera, que asumen el promotor y los patrocinadores, pero que también permite atraer a un nuevo público que no necesariamente es el aficionado a la Fórmula 1: "Vemos mucha familia y muchos niños, muchos más que en F1, porque hacemos menos ruido".
Inyección de capital
Además de la afición, también les acompañan los números. En este primer año, se ha cumplido con el presupuesto fijado a inicios de temporada de 100 millones de euros. De cara a la próxima temporada, prevén rebajar el presupuesto "drásticamente, en hasta un 50% aproximadamente, pues este año hemos tenido que asumir la compra de vallas y muros para publicidad", indica el empresario.
La entrada de Liberty Global y Discovery Communications el pasado marzo fue sin duda el mayor soplo de aire fresco para la entidad, que aprovechó la inyección de capital de los nuevos accionistas para reestructurar la sociedad que hoy controlan Liberty, Discovery, Enrique Bañuelos y Alejandro Agag. Ninguno tiene mayoría. Y lejos de esperarse un cambio en el accionariado, como se ha rumoreado , "vamos a seguir así por mucho tiempo", indica Agag.
La idea es la siguiente: "Una vez entremos en beneficios, que esperamos sea a partir de la segunda mitad de la próxima temporada, saldremos a Bolsa". Aún está por decidir si cotizarían en Hong Kong, sede la compañía, o en Londres. "Estar en Bolsa nos permitirá además de ganar liquidez y la aplicación de ciertos métodos en los procesos, dar liquidez a todos los accionistas, pues hoy es un contenido de futuro. Los derechos deportivos se están disparando y hay un hueco muy importante en los próximos cinco o diez años para estos derechos".
La estrategia audiovisual de la Fórmula E pasa por alcanzar el mayor número posible de aficionados en los tres primeros años. "La televisión no es nuestra principal fuente de ingresos, sino que hoy lo son los patrocinadores y la venta de entradas, sobre todo, de hospitality VIP. Ahora nos centramos en alcanzar al mayor número de gente posible, mediante canales digitales y tradicionales". Si bien en España la emisión de estas carreras es online, en otros países se emiten las pruebas en televisiones en abierto.
Patrocinio
La estrategia de la Fórmula E ha resultado satisfactoria para los patrocinadores, pues se estima que el retorno de la inversión para el conjunto de los sponsors de la competición durante las siete primeras carreras de la temporada ascendía a 200 millones de dólares. Los grandes patrocinadores de la Fórmula E son Julius Baer, DHL, Visa, Qualcomm, BMW y Tag Heuer, así como Renault, 1st Round o Michelin como proveedores.
De cara a la próxima temporada, esperan poder ganar nuevos patrocinadores en las categorías que aún no tienen cubiertas: telefonía, aerolíneas y aseguradoras. Aunque el calendario del próximo año no está aún cerrado, se prevé "que aumente en dos carreras, aunque una podría caerse. La idea es que cada temporada el calendario tuviera 10 u 11 pruebas. Estudiamos dar a entrada a ciudades como París, Dubái, México DF o Hong Kong, pero con la idea de que se alternen", concluye Agag.
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