jueves, 19 de octubre de 2017

EL NUEVO RUMBO DE MICROSOFT

Satya Nadella, el consejero delegado de Microsoft, jugó su último partido de cricket en 1986, cuando aún era un estudiante de Ingeniería en India, donde nació y creció. Pero su pasión por este deporte es tal que la presentación de su libro Hit Refresh tuvo lugar en Lord's (Londres), el campo de cricket más legendario del mundo.
A pesar de llevar casi toda su vida en Estados Unidos, Nadella, de 50 años, asegura que las lecciones que aprendió de este deporte le han acompañado siempre y le han forjado como directivo. En el libro, que es una mezcla de biografía, manual de management y manifiesto tecnológico, Nadella asegura que el cricket le enseñó tres cosas importantes: a competir de forma vigorosa, incluso en la adversidad; a poner siempre por delante el interés del equipo; y a valorar la importancia del liderazgo, y de forma específica, el liderazgo con empatía.
La mentalidad en Microsoft debe cambiar de "lo sé todo" a "tengo que aprenderlo todo"
Empatía es la palabra mágica en Microsoft estos días, aunque no siempre ha estado en el vocabulario de Nadella. En su primera entrevista para unirse a Microsoft, hace 25 años, la pregunta final le dejó fuera de combate. Tras ocho horas haciendo algoritmos y complejos problemas matemáticos, el entrevistador le preguntó algo sencillo: ¿qué harías si te encontraras a un bebé en la calle? Dos minutos después, Nadella dijo que llamaría al 091. "Hombre, necesitas un poco de empatía. Lo primero que debes hacer es coger al bebé en brazos", le dijo el entrevistador. Contra todo pronóstico, Nadella consiguió el trabajo. Hoy es consejero delegado del grupo y el año pasado ganó 17 millones de dólares.
Nadella ha tenido experiencias críticas en la vida que le han llevado a cambiar de mentalidad. Su hijo mayor, Zain, nació con parálisis cerebral, un shock que tardó dos años en digerir, como él mismo explica. "El proceso de asumirlo me llevó tiempo y afectó la forma en que soy", reconoce. "Me dio la posibilidad de ver las cosas a través de los ojos de los demás, ya sean compañeros de trabajo o clientes".
Esa empatía que Nadella ha ido descubriendo a lo largo de la vida se ha convertido en el centro de su mensaje como primer ejecutivo de Microsoft, puesto al que llegó en el año 2014. Su misión no es fácil. Es solo el tercer consejero delegado en la historia de la compañía, tras Bill Gates y Steve Ballmer. Y sabe que su forma de liderar debe ser totalmente distinta a la de sus predecesores si quiere que la compañía sobreviva al éxito de los otros gigantes tecnológicos, como Amazon, Apple, Google o Facebook.
"La innovación llega de la empatía que mostremos para resolver los problemas de la gente"
Uno de sus objetivos es introducir una nueva cultura que obligue a los empleados a cambiar de una mentalidad de "lo sé todo" a otra de "hay que aprenderlo todo". Y esto afecta a los avances en Inteligencia Artificial (IA), uno de los pilares de su crecimiento. "Tenemos una gran abundancia de IA, pero tenemos escasez de inteligencia real y cualidades humanas, como la empatía", declaró Nadella en Londres. "Creo que las grandes innovaciones llegan de la empatía que mostramos para resolver los problemas de la gente".
La nueva estrategia de Microsoft ha gustado a los inversores. Desde que Nadella llegó a la cúpula, los títulos cotizan en máximos históricos. Ahora solo hace falta que la plantilla abrace los retos de su visionario jefe.

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