Todavía es una idea en desarrollo, pero aquellas personas que estén, como el capitán Nemo, cansadas de la vida terrestre, 'sólo' necesitarían unos 7,5 millones de euros para encargar la construcción de una vivienda submarina. Ahora 'sólo' falta conocer la legislación que regirá esta novedosa iniciativa inmobiliaria.
La empresa estadounidense US Submarine LLC, con más de 20 años de trabajo en el diseño acuático, sostiene que sus avances en ingeniería le permiten edificar casas bajo el agua.
Una casa H2Ome, como la compañía ha bautizado a sus Atlántidaspersonales, se encuentra a unos 12 metros de profundidad y su superficie abarca unos340 metros cuadrados. Se accede a ella sin necesidad de un traje de buzo o de un descompresor y, gracias a sus paneles de Plexiglas (polimetilmetacrilato) se pueden observar los corales, las algas y los peces desde el sofá.
Su construcción se realiza a través de módulos fabricados en tierra. Las partes se trasladan mediante un puerto flotante para su montaje y ensamblado en el emplazamiento, donde les esperan unos pilares que sostendrán la estructura final.
Dos días después de su instalación, la vivienda está lista para sus propietarios, con su cocina, su baño y su salón amueblados. Una plataforma sobre las aguas con un helipuerto privado permite el acceso a las profundidades, a las que se baja a través de un tubo que puede tener un ascensor o una escalera de caracol.
El coste estimado de una de estas obras de ingeniería es de 7,5 millones de euros, pero puede variar por su emplazamiento, su acceso, su disponibilidad para obtener servicios desde tierra y el nivel de lujo deseado por el cliente.
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